
Cuando a una persona le diagnostican celiaquía, en el mejor de los casos su médico le dice que debe seguir una dieta estricta sin gluten. Digo «en el mejor de los casos» porque muchas veces ni siquiera te explican qué debes hacer como celíaco ni en qué consiste dicha dieta. Cuando a mí me diagnosticaron, de algo me sonaba ya todo porque mi tía, celíaca desde hace un montón de años, ya me había puesto en antecedentes. Sin embargo, lo que me dijo mi médico digestivo me hizo, literalmente, abrir los ojos: «si no sigues bien la dieta, puedes tener muchas complicaciones, hasta un linfoma, que son pequeños tumores». A todos nos asusta la palabra «tumor», ¿verdad? Pues eso.
¿Qué le pasa a un celíaco cuando consume gluten?
Todos tenemos a un conocido de un celíaco que come gluten de vez en cuando y no le pasa nada. A todos los restaurantes ha llegado algún celíaco que ha probado el postre con gluten y no se ha puesto malo. E incluso más de un celíaco afirma haberse curado.
¿La verdad?
Los tres están equivocados.
Cuando un celíaco come gluten puede notarlo de manera explícita o no en forma de síntomas más o menos achacables a la contaminación por gluten. Algunos presentan malestares gastrointestinales que pueden ir de leves hasta muy molestos e incluso graves. A otros les da dolor de cabeza, o se sienten cansados, o les salen erupciones por la piel e incluso llagas en la boca. Pero otros muchos ni se enteran. Se comen hasta un plato de pasta con gluten al completo (accidental o intencionadamente) y ni lo notan. Pero la reacción subyacente para todos es la misma, aunque ingieran una pizza con gluten o unas pocas miguitas. Y sí, por un día sí que pasa algo.